Un hecho insólito ocurrió al interior de un banco en Francia.
Una mujer de 91 años fue dejada al interior de una bóveda durante 23 horas, luego que los trabajadores del establecimiento la olvidaran.
Según reportaron medios locales, la anciana ingresó a la sala con cajas de seguridad y allí permaneció encerrada.
Su hijo, preocupado por la ausencia de su madre, avisó a las autoridades policiales, quienes tuvieron que pedir un permiso especial para ingresar a la bóveda.
La anciana, fue liberada en buen estado físico y psicológico. Hasta el momento, se desconoce por qué falló la alarma de la sala.