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Argentina: dimite polémico ministro tras cambio de gabinete

El secretario de Comercio Interior, Guilermo Moreno, presentó su renuncia tras el nombramiento del novato Axel Kicillof como ministro de Economía.

Mariángel Calderón

Miércoles 20 de noviembre de 2013

Uno de los protagonista de algunos de los cambios y episodios más significativos de la era Kirchner deja el poder.

Guillermo Moreno, el siempre polémico secretario de Comercio Interior, que tenía como bandera de lucha la confrontación y el lema "Clarín miente", renunció a su cargo, luego del inesperado cambio de gabinete impulsado por la presidenta Cristina Fernández tras su convalecencia de un mes por una operación en la cabeza.

Moreno, quien fue el encargado de vigilar los precios y tuvo una gran incidencia en la economía intervencionista del Gobierno kirchnerista, fue el responsable de iniciar la controvertida política cambiara que impide la compra de dólares para el ahorro.

Criticado por su estilo confrontacional, y por ser uno de los responsables de la inflación y los bajos niveles de inversión que por estos días tiene a Argentina, Moreno abandonó su cargo un día después de que Cristina decidiera nombrar como nuevo ministro de Economía al llamado "hijo pródigo" del kirchnerismo, Axel Kicillof.

El joven, que según los analistas ha sido "creado a imagen y semejanza de Cristina", tiene un perfil desenfadado similar a Moreno, sin embargo, tendrá importantes atribuciones que podría haber incomodado al, ahora, ex secretario de Comercio.

Kicillof, quien es uno de los cerebros de la estatización de la petrolera YPF, fue nombrado en reemplazo de Hernán Lorenzino, quien, según el diario La Nación, pasó a un segundo plano debido a la amistad del joven nuevo ministro con la presidenta trasandina.

Otro de los nombramientos controversiales es el de Jorge Capitanich, quien fue designado como jefe de Gabinete en reemplazo de Juan Manuel Abal Medina, quien sería puesto en el cargo de embajador en Chile.

Capitanich es una de las posibles cartas presidenciales del kirchnerismo, por lo que su nombramiento podría ser una estrategia para darle una mayor notoriedad y manejo en temas de Gobierno, sobre todo luego que se conocieran las ambiciones presidenciales de dos pesos pesados como Sergio Massa y Mauricio Macri.

Otro de los cambios en el gabinete afectó al ministerio de Agricultura, que será liderado por Carlos Casamiquela, un hombre considerado equilibrado y poco conflictivo quien podría mantener en calma al gremio.

El cambio de gabinete anunciado por Cristina, el mismo día de su retorno a la administración tras superar una operación cerebral, llega después de una dura elección parlamentaria que terminó por sepultar las posibles intenciones de extender el kirchnerismo por un periodo más.

El nuevo gabinete deberá enfrentar problemas de la economía argentina, como una alta inflación que supera el 25% anual, según datos privados, una caída de reservas internacionales, una creciente brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo y una extendida desconfianza de inversores, temerosos con el rumbo intervencionista del Gobierno.