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Arresto domiciliario para el ex presidente paquistaní Musharraf

El ex presidente está acusado de excederse de sus competencias en un enfrentamiento con el poder judicial en 2007.

Erwin Acevedo

Sábado 20 de abril de 2013

Un tribunal paquistaní ordenó el sábado el arresto domiciliario durante dos semanas del ex presidente Pervez Musharraf, un paso más en el intento de los jueces de sentar en el banquillo al antiguo jefe del Ejército por su mano dura con el poder judicial durante el tiempo que estuvo en el poder.

Cientos de abogados abuchearon a Musharraf y se enfrentaron a empujones con sus simpatizantes cuando acudió a un tribunal de Islamabad al día siguiente de que la Policía lo arrestara en su casa - rompiendo una regla no escrita en Pakistán de que los ex generales están por encima de la ley.

El juez determinó que permanezca detenido hasta su próxima comparecencia el 4 de mayo. El portavoz de Musharraf dijo que las autoridades decidieron que sea puesto bajo arresto domiciliario en su residencia campestre en las afueras de Islamabad.

"El Gobierno ha declarado que la residencia campestre de Musharraf sea la cárcel, y será trasladado de ahí a la sede policial", dijo el portavoz Mohammad Amjad.

Su comparecencia desató escenas caóticas en el recinto judicial, mientras los agentes formaron una cadena humana para impedir que los abogados que protestaban y coreaban "abajo con Musharraf" se acercaran al antiguo presidente.

Musharraf salió del edificio tras una breve comparecencia y volvió a la sede policial, en la que ha permanecido detenido en una vivienda para invitados.

El ex presidente está acusado de excederse de sus competencias en un enfrentamiento con el poder judicial en 2007, cuando destituyó al presidente del Tribunal Supremo y puso bajo arresto domiciliario a varios jueces.

Sus decisiones le ganaron el desprecio de un sector judicial cada vez más movilizado, a pesar de que abogados y jueces también han sido acusados de superar sus prerrogativas en sus enfrentamientos con el Gobierno civil del presidente Asif Ali Zardari.

La oficina de Musharraf emitió un comunicado el viernes a última hora diciendo que las acusaciones no tenían fundamento y que y tenían una motivación política.

Musharraf, que se hizo con el poder en un golpe de Estado en 1999, dimitió en 2008 y se autoexilió en Londres y Dubái. El mes pasado regresó al país para intentar volver a la vida pública, presentándose a un escaño en la Asamblea Nacional en las elecciones parlamentarias del 11 de mayo, pero las autoridades electorales rechazaron su candidatura.

Pakistán espera cimentar su transición de décadas de juntas militares con los comicios, que supondrían el primer traspaso de poder entre gobiernos electos.

El espectáculo de su arresto y comparecencia judicial ha supuesto toda una sorpresa en un país en el que el Ejército sigue manteniendo una gran influencia, controla la política de seguridad y donde el apoyo a las Fuerzas Armadas se identifica con el patriotismo.

Musharraf afronta otros cargos, como la acusación de que no proporcionó seguridad suficiente para impedir el asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto en 2007. Además, ha sido acusado de traición por su decisión de suspender la Constitución e imponer el estado de emergencia.

Agencia Reuters