Mientras miles de personas buscan escapar desde Siria y otros tantos luchan contra el régimen, el dictador Bashar al Asad reapareció en una entrevista televisiva en la que confirmó que su pueblo está "librando una batalla regional y mundial y necesitamos más tiempo para resolverla".
El cuestionado líder desmintió los rumores sobre una supuesta huida al extranjero. "Estoy aquí con usted en Damasco, dentro del palacio republicano", bromeó el mandatario durante la conversación con la cadena privada Addounia.
Bashar al Asad señaló, además, que el movimiento rebelde fue armado desde la primera semana de los combates. Agregó que "varios mártires de seguridad y la policía cayeron. ¿Cómo murieron? ¿Por los gritos de los manifestantes?". Sin embargo explicó que "cuando las fuerzas del ejército sintieron una escalada notable, las tropas intervinieron y no dudaron, ni un momento, en luchar para poner fin a la violencia".
Respecto a las deserciones, Asad aseguró que se trata de una forma de "autolimpieza" para el país, acusando a los que huyeron como cobardes o "comprados" desde el exterior. "A veces tuvimos informaciones y hablamos sobre ellos. Algunos abogaron por detenerlos, pero pensamos que no era lo correcto, que era mejor facilitarles la salida", afirmó.
El líder de la secta chiíta de los alauitas aseguró que existe una conspiración internacional contra Siria por su resistencia al poder occidental que pretende dominar Oriente Medio, pero reconoció que el problema real viene de dentro. "Todo lo que pasa en Siria sería imposible sin ciertos grupos, pequeños pero influyentes, que apoyan planes extranjeros por razones políticas o criminales. Cuando no tengamos más grupos como estos, no podrán comprometer el futuro que queremos para nosotros".
En cuanto a su relación con Turquía, el país que a recibido la mayor cantidad de ciudadanos sirios refugiados, Asad detalló que el Gobierno turco tiene una responsabilidad directa con el derramamiento de sangre en el país.
Fuente: 24Horas.cl con información de Reuters