A casi un año de la masacre de la escuela primaria de Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, la policía a cargo de la investigación, entregó detalles respecto al tiroteo protagonizado por Adam Lanza, un joven pistolero que asesinó a 26 personas en el colegio y a su madre antes de suicidarse.
De acuerdo a los investigadores, Lanza, quien les quitó la vida a 20 niños menores de siete años, estaba obsesionado con las masacres similares a la ocurrida en el colegio de Columbine (Littleton, Colorado), donde 15 personas fueron asesinadas por dos estudiantes en abril de 1999.
Además, de acuerdo a la investigación, el joven pistolero de 20 años actuó solo y sin motivaciones aparentes.
"La pregunta obvia que permanece es: ¿Por qué el pistolero asesinó a 27 personas, incluyendo 20 niños? Desafortunadamente, esa pregunta quizás nunca será contestada", explica el informe publicado por la policía.
El documento agrega, además, que "la evidencia, claramente, demuestra que el pistolero planeó sus acciones, incluida su suicidio. Sin embargo, no hay indicaciones claras respecto a por qué lo hizo, o por qué escogió la escuela Sandy Hook como objetivo".
Respecto al estado mental de Lanza, la investigación demostró que, efectivamente, tenía problemas psiquiátricos, aunque se negaba a tomar medicamentos.
La relación que mantenía con su madre, a quien asesinó antes de dirigirse a la escuela primaria, también era compleja y poco común.
"A pesar de que vivía con Nancy, él sólo se comunicaba con ella a través de correos electrónicos", explica el informe.
El documento agrega, asimismo, que Lanza "tenía problemas mentales significativos que afectaban su habilidad para vivir una vida normal e interactuar con otros".
Declaraciones entregadas por cercanos explican que Lanza estaba "enormemente aislado" de la sociedad. "Su madre no tenía permitido ingresar a su pieza, nadie podía hacerlo. Entonces, esto no ocurrió de la noche a la mañana. Estos fueron años de retraimiento", describe el informe.
Tras efectuar la matanza, Lanza se quitó la vida y dejó sin explicaciones un hecho que reavivó la discusión sobre el uso de armas en Estados Unidos.
Según los investigadores, solo en 11 minutos, el joven pistolero de Connecticut logró ser el responsable de una de las peores masacres escolares ocurridas en el país norteamericano.