Por fuera parecía una vivienda normal, pero por dentro era el mismísimo infierno.
Imágenes del interior de la casa de Ariel Castro, el secuestrador de Cleveland (Ohio, EE.UU.), fueron enseñadas durante la lectura de la sentencia del caso en el que el portorriqueño fue condenado a cadena perpetua.
Las fotografías expuestas por la fiscalía muestran las cadenas con las que Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight permanecieron atadas durante las torturas y sórdidos juegos sexuales que Castro realizó con ellas durante más de una década.
Además, pudieron verse imágenes del interior de las habitaciones donde las jóvenes permanecieron encerradas. Ventanas selladas, desorden, puertas sin manilla y la escalera principal clausurada son parte del escenario diario que tuvieron que enfrentar las mujeres que lograron escaparse hace tres meses.
Durante la audiencia, además, fueron revelados los episodios en que cada joven fue secuestrada y cómo Castro las ataba y abusaba sexualmente de ellas. Agresiones que continuaron a lo largo de los años.
Cada una de las víctimas comía una vez al día y podía ducharse dos veces por semana. No podían utilizar el baño del primer piso, así que tenía que usar una tasa de plástico puesta al interior de una de las piezas.
El secuestrador las mantenía amenazadas con un arma e incluso las obligaba a jugar ruleta rusa. Según las autoridades, Castro hacía creer a las jóvenes que su vida dependía de su caridad.
Uno de los episodios más polémicos de la lectura de la sentencia, fue el momento en que Ariel Castro pidió disculpas y dijo que no era monstruo. Sin embargo, afirmó que todas las relaciones sexuales que mantuvo con Berry, DeJesus y Knight, fueron consensuadas.
"Todo el sexo fue consensuado", dijo Castro a los jueces antes de la sentencia. "Las chicas no eran vírgenes. Habían tenido múltiples parejas antes que yo", agregó.
Ariel Castro fue sentenciado a cadena de perpetua y evitó la pena de muerte luego de aceptar un acuerdo en el que se declaraba culpable de todos los cargos.
