Si las excursiones a cuevas y grutas de la provincia de Chiang Rai son sus principales atracciones turísticas, hoy están en el ojo del mundo por el complicado rescate de los niños atrapados en la cueva de Tham Luang, Tailandia.
Su interior es un camino que combina pasadizos estrechos y cámaras más amplias. Además, la profunda oscuridad que posee no permite divisar los elementos que se encuentran en su interior.
"Hace calor, está muy oscuro y el agua cae por las paredes", aseguró Ben Reymenants, buzo que participa en la operación, a BBC desde el lugar de los hechos.
Base de rescate
Los buzos se encuentran a 7.000 metros de la salida de la cueva. En ese lugar, las operaciones de rescate se complican por las inundaciones que presenta.
Punto clave
Este lugar concentra más de 130 millones de litros de agua, los que han sido bombeados a un kilómetro de la salida.
La playa Pattaya
Era el sector donde los rescatistas esperaba encontrar a los niños, pero esta zona se inundó, lo que hizo que tuvieran que adentrarse aún más en la cueva.