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Cristina endiosada

Aumentan las críticas por situar la palabra "miedo" en el centro del debate político.

24horas.cl Tvn

Lunes 10 de septiembre de 2012

"Sólo hay que tenerle miedo a Dios ... y un poquito a mí".

Es la polémica frase que pronunció el pasado jueves la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y que hasta el día es utilizada por sus adversarios políticos para descalificarla. Y es que los más críticos a la gestión de la viuda de Néstor Kirchner consideran que son unas palabras que resumen a la perfección la esencia del gobierno de la 'Sra.K': endiosamiento, ausencia de autocrítica, presión ante el disidente y autoritarismo.

La cascada de descalificaciones no se hizo esperar, dando la sensación de que la mandataria transandina ha superado una línea roja que ha desatado una guerra dialéctica que no parece amainar. Sobre todo porque ha colocado la palabra "miedo" en el centro del debate político.

El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, afirmó en una feria rural en la localidad de Río Cuarto que "a Dios no se le teme porque es puro amor, y yo aprendí a no temerle a Dios ni a ningún funcionario".

Su homólogo por Santa Cruz, Daniel Peralta, también cargó contra la mandataria, en una manera mucho más teatral, eso sí. Según cuenta el diario La Nación, al ser preguntado por las palabras de la discordia, sacó un crucifico de un bolsillo de su buzo rojo y dijo: "Yo creo en Dios; esto es lo que me protege y nos protege a todos los que creemos y tenemos fe".

El conocido periodista independiente Jorge Lanata no dejó pasar la oportunidad y en su programa de investigación "Periodismo para Todos" se preguntó: "Si Cristina nos tiene que dar miedo, ¿querrá decir que lo que está haciendo es de terror?".

"Estamos nuevamente frente a un problema de dosis", ironizó al referirse a la frase que pronunció la presidenta en el Día Nacional de la Industria, en el transcurso de la cadena nacional número 17, que provocó, según La Nación, que dos millones de personas se pasaran a la señalde cable para no verla.

Otras figuras de la oposición, como Julio Cobos, Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez, también criticaron los dichos de la presidenta, que llegan en un momento especialmente complicado, ya que las encuestas indican que su popularidad está a la baja. Además, su particular estilo directo y sin concesiones está abriendo grietas incluso dentro del kirchenirismo, como ocurre con Peralta, que gobierna en el bastión regional de Cristina Fernández y a quien están presionando desde el entorno de la mandataria para que deje su cargo.