Al menos ocho personas habrían muerto y 78 habrían resultado heridas en un explosivo registrado en la capital del Líbano, Beirut. Según informaciones oficiales en el ataque falleció Wissam al Hassan, jefe superior de la unidad de inteligencia del país.
La televisión local reportó que la causa del incidente fue la explosión de un auto bomba que estaba estacionado en céntricas avenidas de la ciudad, muy cerca de la sede de la secretaría de la Coalición 14 de marzo, liderada por el ex primer ministro Rafik Hariri.
Testigos reportan innumerables daños a la propiedad y las imágenes difundidas por cadenas internacionales exponen varios vehículos destrozados a causa de la onda expansiva. Además, se aprecia destrucción en algunas fachadas de edificios y columnas de humo que surgen entre los escombros.
Hassan, descubrió un fraude que logró la detención de el ex ministro de información libanés, Michael Samaha, quien está estrechamente vinculado al Gobierno de Bashar al Asad. Por esto, se especula que el ataque fue perpetrado en su contra por los leales al régimen que viven en el Líbano.
Según reporta la cadena Al Yazzera, existen temores de que la explosión tenga relación con el conflicto en Siria, debido a que autoridades internacionales han advertido sobre la posibilidad que al violencia que se vive en ese país traspase sus fronteras.
La explosión ocurre meses después que se registraran enfrentamientos entre opositores y leales al régimen de Bashar al Asad en distintos barrios de la ciudad de Trípoli.
Las tensiones entre sunitas y chiíes habían menguado en El Líbano desde el fin de la guerra civil de 1975 a 1990, pero se reanudaron tras la erupción del conflicto en Siria.
La situación alcanzó su punto más álgido cuando el ex primer ministro Rafik al Hariri, un sunita, fue asesinado en el 2005. Partidarios de Hariri acusaron a Siria y luego al grupo Hezbollah de haberlo matado, un cargo que ambos niegan.
Un tribunal internacional acusó a varios miembros de Hezbollah de estar involucrados en el asesinato.
Los opositores políticos a Hezbollah, que han acusado durante meses a la agrupación de ayudar a las fuerzas de Asad, han advertido que su involucramiento en Siria podría encender tensiones sectarias en la guerra civil de ese país.
El último ataque con bomba en Beirut fue en el 2008, cuando tres personas resultaron muertas en una explosión que dañó un automóvil diplomático estadounidense.