El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió este martes que evitará a un Congreso dividido y tomará acciones por su cuenta para fortalecer a la clase media, en su sexto discurso sobre el Estado de la Unión.
Frente a los legisladores, jueces de la Corte Suprema e invitados de honor, Obama declaró su independencia del Congreso mediante una serie de medidas ejecutivas, maniobra que complicaría las ya tensas relaciones entre el presidente demócrata y los republicanos.
Durante el discurso, el mandatario hizo notar su frustración por el ritmo de la actividad legislativa con los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes y pueden frenar la agenda del presidente.
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Las medidas presentadas incluyeron un aumento salarial para los trabajadores federales contratados, la creación de una "cuenta de ahorro inicial" para ayudar a millones de personas a ahorrar dinero para la jubilación y planes para establecer nuevas normas de eficiencia en consumo de combustible para camiones.
"El frío hecho es que incluso en medio de la recuperación, demasiados estadounidenses están trabajando más que nunca sólo para sobrevivir, sin poder salir adelante. Y muchos aún no están trabajando", sentenció el presidente.
Obama pidió a los legisladores que le den la autoridad para negociar con rapidez tratados de comercio internacional, una propuesta que ha sido frenada por la oposición de los demócratas.
REFORMA MIGRATORIA
Respecto a una de sus principales prioridades, la reforma migratoria, Obama instó al Congreso a trabajar juntos en una revisión, pero moderó sus críticas a los republicanos ante señales de posibles avances que aparecieron en los últimos días entre los republicanos de la Cámara de Representantes.
Obama tampoco adoptó una medida que los partidarios de una reforma a la inmigración le han pedido que tome. No emitió una orden ejecutiva para congelar las deportaciones de padres de niños que fueron llevados a Estados Unidos de manera ilegal.
"Hagamos la reforma de inmigración este año", remarcó.
LUCHAR VIEJAS BATALLAS
Sobre el sistema de salud, el tema que golpeó a su presidencia y llevó a muchos estadounidenses a perder la confianza en él, Obama defendió la ley de reforma que firmó en el 2010.
Si bien no profundizó mucho en ella, el primer mandatario llamó a los ciudadanos a inscribirse en la cobertura de seguros antes del plazo del 31 de marzo.
"No espero convencer a mis colegas republicanos de los méritos de esta ley, pero sé que el pueblo estadounidense no está interesado en revivir batallas pasadas", añadió.
Su objetivo político fue crear una narrativa para que los demócratas usen en su intento por impedir que los republicanos recuperen el control del Senado en las elecciones de noviembre y fortalezcan su mayoría en la Cámara de Representantes.
ANÁLISIS POLÍTICO INTERNO
El partido que controla la Casa Blanca suele perder escaños en las elecciones legislativas, pero los demócratas sienten que tienen opciones de limitar sus pérdidas o incluso lograr algunos avances.
A tres años del final de su segundo periodo al mando de la mayor economía del mundo, Barack Obama aún tiene temas pendientes de larga data que opacan su presidencia.
Sorprendió, por ejemplo el nuevo llamado para cerrar la prisión militar de Guantánamo. "Este debe ser el año en que el Congreso levante las restricciones restantes sobre la transferencia de detenidos y en que cerremos la prisión en Bahía de Guantánamo", dijo.
Los republicanos apuntaron a la misma retórica que Obama al prometer que reducirían la brecha entre ricos y pobres, pero presentaron una visión diferente para hacerlo.
"Es una que defiende al libre mercado y confía en que la gente tome sus propias decisiones, no una en la que el Gobierno decide por usted", dijo la representante Cathy McMorris Rodgers, líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, dijo en la repuesta de su partido al discurso de Obama.
"Una que ayuda a las familias trabajadoras a superar los límites de la pobreza y protege a los que son más vulnerables", agregó.
Fuente: Reuters.