Tras un año de retiro, Benedicto XVI ha vuelto a analizar los motivos que le impulsaron a renunciar.
El papa emérito rompió su silencio con una carta enviada al diario italiano La Stampa, en la que asegura que "son absurdas las especulaciones" sobre la existencia de presiones o conspiraciones en su renuncia y agregó "que no existe diarquía alguna" en la Iglesia.
Benedicto XVI quiso contestar con esta misiva al periodista del Vaticano de La Stampa, Andrea Tornielli, quien le había enviado algunas preguntas sobre las razones que le habrían impulsado a la renuncia.
"La única condición de la validez es la plena libertad de la decisión. Las especulaciones sobre la invalidez de la renuncia son simplemente absurdas", escribe el pontífice alemán, cuya renuncia al papado se hizo efectiva el 28 de febrero del 2013.
Joseph Ratzinger justificó su salida por motivos de edad y falta de fuerzas el 11 de febrero del año pasado, pero nunca admitió que detrás de su marcha estuviesen las presiones y divisiones de una parte de la Curia romana, o tras las tensiones desatadas por el caso "vatileaks", cuando su mayordomo personal, Paolo Gabriele, filtró a la prensa algunos documentos privados.
En la carta, el papa emérito también responde sobre la decisión de mantener su vestimenta blanca.
"Mantener el hábito blanco y el nombre Benedicto es por ser práctico. En el momento de la renuncia no había otros vestidos a disposición. Por lo demás, llevo el hábito blanco de forma claramente diferente al del papa. También aquí se trata de especulaciones sin el mínimo fundamento", respondió así a las críticas de conservar el color de los pontífices.
Benedicto XVI también confirmó la carta enviada al teólogo suizo Hans Küng, en la que aseguraba que está unido a Francisco "por una gran identidad de visión y por una amistad de corazón" y que su única y última tarea "es apoyar su pontificado en la oración"