Luego de pasar casi mil días detenido en la cárcel, por primera vez el soldado norteamericano acusado de filtrar información de seguridad al sitio WikiLeaks testificó y reveló detalles de su cautiverio en Irak y Estados Unidos.
En un dramático testimonio, Bradley Manning, recordó su estadía en la prisión de Kuwait, donde fue llevado el año 2010. "Estaba en una situación muy estresante. No tenía ni idea de lo que pasaba, me daban muy poca información. Empecé a deteriorarme. Estaba ansioso todo el rato por no saber nada. Los días se fundían en noches y las noches en días", señaló.
"Recuerdo que pensaba que iba a morir encerrado en una celda", agregó.
Luego de su estadía en Irak, el soldado fue trasladado hacia los Estados Unidos, donde fue internado en una prisión en la base estadounidense de Quantico. "No tenía ni idea de a dónde iba. Estaba muy asustado. El capitán dijo que estábamos llegando a Alemania", indicó.
Luego admitió que sintió un alivio, que sólo duro algunos días. "Era maravilloso estar en territorio estadounidense", dijo, a pesar de vivir en una pequeña celda, donde tenía que permanecer 23 horas al día, debido a que las autoridades temían que cometiera suicido.
Durante el periodo que pasó bajo el estricto régimen no tuvo acceso a interactuar a diario con alguna persona e, incluso, debía pedir papel higiénico cada vez que deseaba ir al baño.
Su desesperación llegó a tal nivel, que un día bromeando, le dijo a los guardias que si hubiera querido quitarse la vida lo habría hecho con la goma de sus calzoncillos. El resultado de su ironía: lo obligaron a dormir desnudo.
El objetivo de las declaraciones de Manning son que la justicia militar desestime los cargos que se le imputan. Para eso, intentará comprobar que tuvo un trato vejatorio durante el tiempo que pasó en la cárcel.