La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, presentó un plan para mejorar el sistema de salud pública del país, que incluye la contratación de médicos extranjeros y estímulos para el traslado de médicos brasileños a zonas fuera de las grandes ciudades.
El llamado Pacto Nacional de Salud, uno de los cinco propuestos por Rousseff en respuesta a las manifestaciones que tomaron las calles del país en las últimas semanas, involucra más inversores y el desplazamiento de médicos a las periferias de grandes ciudades y al interior del país.
"Estamos invirtiendo 7.400 millones de reales en construcción, reforma y compra de equipamiento para puestos de salud, unidades de atención inmediata y los hospitales. Y, el próximo año, vamos a invertir 5.500 millones de reales más en nuevas unidades", comentó Rousseff este lunes en el programa de radio semanal "Desayuno con la presidenta".
La prioridad del programa "Mais Médicos", que prevé la contratación de extranjeros, es llevar a los profesionales a las periferias de las grandes ciudades y a municipios de las regiones del norte y del noreste de Brasil.
El Gobierno federal va a pagar 10.000 reales mensuales (4.440 dólares) para el médico que participe en el programa, cantidad que será desembolsada por el Ministerio de Salud.
"Quiero repetir que los médicos extranjeros sólo van a ocupar los puestos que no sean llenados por médicos brasileños", observó Rousseff, ante la protesta del sector al llamado de "colegas" extranjeros".
En respuesta a las manifestaciones en las calles, convocadas inicialmente para protestar en contra del aumento de las tarifas de autobús pero que derivaron en reivindicaciones por la mejoría de los servicios públicos y el combate a la corrupción, la presidenta anunció los llamados cinco pactos, que abarcan las áreas de responsabilidad fiscal, transportes, salud, educación y reforma política.
El déficit acumulado en personal médico alcanza los 54.000 profesionales, según datos del Ministerio de Salud.