Dolor, tristeza y rabia.
Esos son los sentimientos que por estos días abundan en Brasil, luego que un incendio, ocurrido al interior de una discoteque, le arrebatara la vida a, al menos, 231 jóvenes.
Este lunes miles de personas salieron a las calles para exigirle a las autoridades una mayor fiscalización y justicia por las víctimas.
Familiares de los fallecidos y adherentes a la causa, participaron de una manifestación en la abundaban carteles que clamaban por una respuesta de las autoridades, sobre todo, porque la discoteque Kiss, funcionaba hace meses sin permiso municipal.
"¿Por qué las leyes? ¿Por qué pagar impuestos? ¿Qué está haciendo el gobierno?", decían, algunos de los letreros que portaban estudiantes universitarios que perdieron amigos en el incendio.
Tarso Genro, el gobernador del próspero estado de Río Grande do Sul donde ocurrió la tragedia, dijo que las autoridades habían cambiado su atención desde el rescate al cuidado de los heridos y la investigación de la escena de la tragedia.
"Vamos a averiguar quién fue el responsable", enfatizó.
Hasta el momento, cuatro personas ya han sido detenidas. Dos músicos de a banda que tocaba en el escenario cuando comenzó el incendio y dos de los dueños del local, fueron apresados por las autoridades.
Tras escuchar los testimonios de más de 20 testigos, los investigadores están convencidos de que el incendio fue desatado por una bengala disparada por la banda.
"Realmente no me gustaban esos fuegos artificiales. El olor me provocó náuseas", dijo el guitarrista de la banda, Rodrigo Lemos Martins, a la cadena de televisión Globo en una entrevista junto al baterista.
"Pero a nosotros sólo nos contrató la banda, así que eran los propietarios los que estaban a cargo", agregó.
El acordeonista del grupo, Danilo Jaques, de 30 años, fue uno de los muertos. Los otros cinco integrantes escaparon con vida.
Fuente: 24Horas.cl con información de agencia Reuters