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Cadena perpetua para Ariel Castro

Secuestrador de Ohio pasará el resto de la vida en la cárcel, sin posibilidad de libertad condicional.

24horas.cl Tvn

Jueves 1 de agosto de 2013

“Quisiera pedir perdón", aseguró Ariel Castro al iniciarse la sesión en la que se dio a conocer el veredicto, antes de ser interrumpido por el juez.

Tres meses después de que el mundo conociera el horror vivido en el interior de la casa de este ex chofer de autobuses, de 53 años, se ha conocido la sentencia. El secuestrador de Ohio ha sido condenado a  cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional.

Castro ha admitido todos los cargos. Durante más de una década mantuvo en cautiverio, maltrató y violó a tres mujeres, Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina DeJesus. Con una de las víctimas, Amanda Berry, tuvo una hija que tiene actualmente seis años.

Las tres mujeres desaparecieron entre el 2002 y el 2004 cuando tenían 16, 14 y 20 años, logrando escapar en mayo pasado, cuando una de ellas destrozó parte de una puerta y pidió ayuda a los vecinos.

Castro se declaró culpable la semana pasada, evitando así  la condena a pena de muerte. La defensa del secuestrador llegó a un acuerdo con la fiscalía, admitiendo 937 cargos en su contra, incluyendo asesinato y secuestro, en un trato con la justicia para evitar la pena de muerte a cambio de cadena perpetua, más 1.000 años.

DECLARACIÓN DE UNA DE LAS VÍCTIMAS

Uno de los momentos más emotivos del juicio se ha producido en el momento en el que se ha llamado a declarar a Michelle Knight, una de las víctimas de Ariel Castro.

Knight, compareció ante el tribunal y se enfrentó directamente con su captor.

"Ariel Castro, recuerdo cada una de las veces que apareciste en mi habitación. He pasado 11 años de mi vida en el infierno, pero ahora el tuyo está empezando", afirmó.

"No voy a dejar que seas tú quien me definas", dijo Knight, que no miró directamente a su captor. "La pena de muerte sería lo más fácil para ti. Pero mereces pasarte la vida en la cárcel", concluyó.

 

Michelle Knight fue la única de las tres víctimas que ha comparecido en esta vista, en la que si ha tenido la palabra la prima de Gina DeJesus, quien ha asegurado en la sala que la joven está dispuesta a "reír y amar de nuevo".

Antes de abandonar la vista, se ha dirigido a castro y le ha dicho en español: "Que dios se apiade de tu alma".

"ESTOY ENFERMO"

Castro ha tomado la palabra antes de la lectura de la sentencia, asegurando que no se considera un monstruo ni una persona violanta. Según su testimonio, la mayoría de las relaciones que mantuvo con las tres víctimas fueron consentidas y no existía exclavitud.

Castro aseguró ser una persona enferma, pero aceptó declararse culpable para evitar que se hablara de los detalles más escabrosos de esta historia. "Estoy enfermo, como un alcohólico", aseguró. También se declaró adicto a la pornografía, "hasta el punto de que me hace impulsivo y perder la cabeza”.

El secuestrador se dirigió en algún momento de su alocución directamente a los familiares de las víctimas y a Michell Knight. Además, pidió perdón a su familia, visiblemente emocionado, por todo lo sucedido.

"Creo que yo soy también una víctima", sostuvo Castro, de origen puertorriqueño, vestido con un mono naranja y con una crecida barba.

También ha negado haber torturado a las tres mujeres que secuestró. "Veo a Gina y parece estar normal, actúa normal. Una persona que ha sido torturada no se comporta así"

DETALLES DEL SECUESTRO

Durante esta última sesión del juicio se han conocido más detalles sobre el terror que debieron vivir las tres secuestradas en la casa de Castro.

Por primera vez se mostraron imágenes de las cadenas con las que el secuestrador mantuvo sujetas a las tres jóvenes a las que secuestró durante 10 años y de los cuartos donde las retuvo. "Cadenas de 30 metros y 45 kilos de peso", según relató uno de los oficiales de policía encargados de la investigación del caso ante el tribunal.

La fiscalía también mostró fotos de las tres víctimas de Castro, del momento en que fueron capturadas, cuando fueron rescatadas y cómo son en la realidad. Castro sonrió levemente al verlas.