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Cae uno de los líderes de las FARC

Jorge Eliécer Zambrano, alias "Caliche", era el cabecilla de una columna de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Francisco Guerrero

Jueves 9 de mayo de 2013

Un líder de las FARC, cercano a un negociador de esa guerrilla en el diálogo de paz en Cuba, murió en un combate con el Ejército en el sur de Colombia, en una nueva demostración de que la ofensiva militar contra la insurgencia continúa pese a la negociación de paz, informó el miércoles el Gobierno.

La muerte de Jorge Eliécer Zambrano, alias "Caliche", cabecilla de una columna móvil de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y hombre de confianza de Pablo Catatumbo, ocurrió el sábado en una zona montañosa del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, en donde también perdieron la vida otros seis guerrilleros.

"Hacía parte del Estado Mayor de las FARC y había comandado la columna Jacobo Arenas por 15 años, duró 30 años en esa organización terrorista, era responsable de ataques terroristas, asesinatos, secuestros y tenía nueve ordenes de captura", dijo a periodistas el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

Catatumbo reforzó a comienzos de abril el equipo de negociadores de las FARC en Cuba, después de que el Comité Internacional de la Cruz Roja, con autorización del Gobierno, lo sacó desde las montañas del sur de Colombia y lo trasladó a La Habana.

Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que el líder rebelde muerto era responsable de la mayoría de ataques en el departamento del Cauca, una zona montañosa del suroeste colombiano, en donde el grupo rebelde aún mantiene una fuerte presencia.

Aunque el Gobierno y el grupo rebelde activo más antiguo del hemisferio iniciaron en noviembre una negociación de paz, Santos descartó la posibilidad de firmar un cese bilateral del fuego como lo propuso la guerrilla.

La intensidad de la confrontación ha disminuido comparativamente con años anteriores, pero los bombardeos de las Fuerzas Militares son frecuentes, así como los combates y ataques de la guerrilla contra la infraestructura económica y los efectivos del Ejército y de la Policía.

Pese a que han sido debilitadas por más de una década de ofensiva militar en la que han muerto influyentes comandantes como Raúl Reyes, Víctor Julio Suárez y Alfonso Cano, las FARC -consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea- todavía tienen capacidad para realizar ataques de gran impacto, incluso en ciudades.

El diálogo de paz busca poner fin a un conflicto interno de casi cinco décadas que ha dejado más de 100.000 muertos e impide un mayor desarrollo a la economía del país sudamericano de 46 millones de habitantes exportador de petróleo, carbón, café y flores.

Actualmente, el Gobierno y la guerrilla discuten el tema agrario, en el que han logrado aproximaciones pero no un acuerdo definitivo para posteriormente abordar las garantías para el ejercicio de la política, el fin del conflicto, la lucha contra el narcotráfico y la compensación de las víctimas.

La última negociación de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, que cuentan con unos 8.000 combatientes, se realizó durante la presidencia del conservador Andrés Pastrana y se extendió entre 1999 y el 2002, pero fracasó por la intensidad de la ofensiva militar y los secuestros por parte del grupo rebelde.

[24Horas.cl con información de Agencia Reuters]