Elizabeth Malone, confesó que le inyectaba a su hijo de su propia sangre para llamar la atención del personal que trabaja en el hospital. La mujer, de Virginia, Estados Unidos, contó que le gustaba la reacción que tenían los funcionarios del centro médico cuando el niño sangraba, por lo que buscaba recrear los síntomas, informó NBC.
Su hijo, de cinco años, tiene discapacidad y no puede hablar. El menor se encontraba hospitalizado desde el año pasado.
El personal se dio cuenta cuando una enfermera descubrió que había una jeringa extra en la habitación del menor, por lo que decidieron instalar una cámara oculta.
Hidden camera video played in court Wednesday shows a woman injecting her blood into her son’s trach tube and central IV at Inova Fairfax Hospital. https://t.co/WPwR1wPFVf
— NBCWashington (@nbcwashington) 14 de marzo de 2019
Así descubrieron el abuso, por lo que llamaron a la policía, quienes arrestaron de inmediato a la mujer, quien se declaró culpable. La madre quedó detenida a la espera de su juicio.
"No quise causarle daño intencionalmente. Sé lo que hice. Castíguenme, pero por favor déjenme ver a mi hijo de nuevo", declaró la mamá.