El ingreso de una persona al departamento del fiscal Alberto Nisman después de que muriera y antes de que su cuerpo fuera entregado es la teoría de los abogados que representan a la familia del fallecido fiscal.
La hipótesis se sustenta en que el celular de Nisman fue encontrado y la última llamada que se registra es la del domingo 18 de enero a las 13.46 horas, borrando todas las anteriores.
Para los abogados este dato es muy extraño, ya que la secretaria del fiscal, Soledad Castro, en su declaración a fiscalía señaló que había hablado por última vez con Nisman el sábado 17 a las 20 horas, lo que no quedo registrado.
Según consigna Clarín, el abogado Federico Casal señaló que "no hay registro de acceso remoto al teléfono de Nisman; quiere decir que alguien entró al departamento entre el sábado a las 20 hasta que murió y lo borró".
Según los peritos, quien eliminó la información del celular era un experto, ya que no cualquier persona tiene los conocimientos como para borrar de esa forma la información.
Aunque en un primer momento se pensó que Nisman pudo borrar la información o había sido eliminada por un virus, esas teorías se descartaron, sin existir una explicación hasta ahora.
La computadora de Nisman también sufrió la eliminación de información, aunque no por completo, sino que de manera selectiva y también se alteró la hora del equipo, por lo que no se puede establecer de manera segura la hora en que Nisman ingresó por última vez.
Pero esas no son las únicas pistas que tienen los abogados para afirmar que alguien ingresó al departamento de Nisman antes de que se encontrara su cadáver, ya que a esto se suman las marcas que se encontraron en el cuerpo del fiscal y que no corresponden a una persona que se habría suicidado.
"Tenía una lastimadura, un moretón, en la pierna, a la altura del gemelo, cerca del tobillo, y una gota de sangre, que puede ser porque lo golpean o patean desde la espalda. Y la otra, un golpe en la cabeza, una herida interna. Pueden haberlo golpeado para atontarlo o reducirlo”, es lo que explican los abogados a Clarín.
Foto: Reuters