Un nuevo nacimiento de niños siameses mantiene con conmoción al mundo médico en China.
Los pequeños nacieron hace 24 días y, a diferencia de otros casos, esta vez resulta difícil que sean separados ya que comparten corazón y riñón. Por ello, una intervención ha sido prácticamente descartada.
Según informaciones del país asiático, los bebes deberán ser sometidos a distintas pruebas médicas para evaluar su situación y determinar de una vez por todas cuál será la mejor solución.
En casos similares, los niños han muerto a los pocos días o semanas.
Los hermanos se encuentran hospitalizados en el Hospital de Niños de Urumqi, en la región autónoma de Xinjiang, en el oeste del país.