China no ha podido superar uno de los principales problemas que lo han aquejado en el último tiempo: la contaminación ambiental.
Durante la jornada de este martes, Beijing vive su tercer día con niveles extremos de partículas dañinas en el aire, teniendo alerta naranja y estando a un paso de la alerta roja.
Las autoridades asiáticas manifestaron que el análisis al medio ambiente arrojó 634 microgramos por metro cúbico, cantidad que representa 27 veces más al máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
La situación ha dejado una densa capa de humo sobre las calles asiáticas, obligando a las personas a tomar resguardos para proteger su salud.