Dos científicos argentinos crearon un ladrillo apto para la construcción de viviendas, utilizando como materia prima las cenizas del Cordón Caulle, que hace casi un año causó estragos en gran parte de la Patagonia argentina.
Marianela Romero y Álvaro del Villar forman parte de un programa de emergencia volcánica coordinado por la Universidad Nacional de Río Negro y financiado por el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina para afrontar la tragedia que desató la erupción.
Los ladrillos hechos con ceniza volcánica tienen la resistencia estructural suficiente para formar parte del techo y pueden funcionar como aislantes del frío patagónico. No necesitan usar mezcla con cemento, ya que vienen con un sistema que permite unirlos y secarlos al natural e incluyen espacios para cañerías y cables de luz.
“Son bloques que permiten construir rápidamente: por ejemplo, en un día se podría tener una casa de 45 metros cuadrados” , explicó Marianela Romero.
Ahora ambos profesionales están a la espera de una máquina de hipercompresión para que esta creación alcance escala industrial y hacer más barata la construcción y recuperar parte de las cuantiosas pérdidas en los sectores turístico y agropecuario de la zona.