Un cocodrilo devoró a un niño de 10 años en la localidad de Balabac al sur de Filipinas, un área que se ha hecho conocida por los constantes ataques de cocodrilos gigantes a personas.
El niño se encontraba dando vueltas en bote junto a sus dos hermanos, quienes presenciaron la trágica escena y lograron escapar.
El padre del menor se acercó a un pescador para que lo ayudara a encontrar a su hijo. Tras dos días de búsqueda, le informó que había encontrado los restos del menor en un manglar.
El cocodrilo de estuario mide entre seis y siete metros de largo, por lo que se les conoce como "cocodrilos gigantes".
Debido a la disminución del hábitat de los cocodrilos gigantes, los ataques a humanos han aumentado de manera importante en el último tiempo. El año pasado, un pescador y su nieta fueron engullidos por estos reptiles con tan solo tres meses de separación.