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Colombia derriba el edificio "Mónaco" del extinto narcotraficante Pablo Escobar

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, dijo que el Mónaco era el símbolo de la maldad y lamentó que se hubiera convertido en un referente de turismo malévolo de muchos visitantes de la ciudad que participaban en "narco tours".

Agencia Reuters

Viernes 22 de febrero de 2019

Colombia destruyó el viernes con una implosión controlada el Edificio Mónaco, la excéntrica y abandonada propiedad que sirvió de fortín al temido narcotraficante Pablo Escobar, que se había convertido en los últimos años en un lugar de visita de turistas nacionales y extranjeros.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, dijo que el Mónaco era el símbolo de la maldad y lamentó que se hubiera convertido en un referente de turismo malévolo de muchos visitantes de la ciudad que participaban en "narco tours", recorridos que glorifican la violencia de las drogas en la década de 1980, cuando miles de colombianos fueron asesinados.

"No es un secreto que en muchos lugares nos siguen asociando con drogas, narcotráfico y violencia. Y lo que es peor, personajes como Pablo Escobar siguen siendo referentes para los niños aquí y en el mundo entero", explicó Gutiérrez.

La emblemática edificación de ocho pisos albergó en la década de 1980 los lujos y las excentricidades del desaparecido jefe del Cartel de Medellín, muerto en diciembre de 1993 en un operativo de la Policía de Colombia apoyado por Estados Unidos.

 

La implosión hace parte de la estrategia "Medellín abraza su historia", que busca desde el arte y la educación rendir un homenaje a las miles de víctimas y héroes que dejó el narcotráfico entre 1983 y 1994. En el espacio que ocupaba el edificio, en un exclusivo sector residencial, se construirá un parque y un museo memoria.

"Este evento (...) significa la derrota de la cultura de la ilegalidad y el triunfo de la cultura de la legalidad", dijo el presidente de Colombia, Iván Duque, antes de la implosión que demoró tres segundos.

El edificio de apartamentos, que en su apogeo contó con acabados en mármol, enchapes en oro y de cuyas paredes colgaron obras de los más grandes exponentes del arte universal, fue en su momento un lugar de vivienda del narcotraficante y de su familia. La construcción soportó en 1998 un ataque con un carro bomba del Cartel de Cali, rival del que dirigía Escobar.

 

Según fuentes de seguridad, en la propiedad el capo del narcotráfico, que enfrentó al Estado colombiano en una sangrienta guerra con asesinatos selectivos y ataques con carros bombas, organizó extravagantes fiestas y planeó crímenes, mientras que en los garajes guardó una colección de 70 autos clásicos.

Colombia expropió a Escobar y a sus herederos del edificio en la década de 1990 y aunque en el lugar funcionaron unas oficinas de la Fiscalía General, permanecía abandonado y estaba siendo carcomido por el moho y los saqueos.