Colombia votó en contra del acuerdo de paz firmado el pasado 26 de septiembre entre el Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el que se buscaba poner fin a 52 años de conflicto armado que dejó cerca de ocho millones de víctimas y más de 260.000 muertos.
Algo más de 60.000 votos de diferencia, un muy ajustado margen, determinaron la balanza. El No obtuvo el 50,24% de los apoyos, frente al 49,75% del Sí.
Para que el acuerdo hubiera sido refrendado, la opción del Sí, debía ser la más votada, pero además, alcanzar 4,54 millones de votos, el 13% del censo electoral. Dicha condición se cumplió, pero no obtuvo la mayoría en las urnas.
Alrededor de 34,9 millones de colombianos estaban llamados a participar en esta votación histórica, en la que podían pronunciarse sobre el pacto al que se llegó, tras cuatro años de negociaciones en La Habana, que comenzaron en 2012.
La jornada transcurrió con tranquilidad, sin incidentes destacados, y marcada por una alta abstención que superó el 60%, en la que influyeron las lluvias en varias regiones del país.
"La paz es el camino", dijo Santos al votar en el centro de Bogotá. "Todos los colombianos debemos ser protagonistas de este cambio histórico", enfatizó sobre esta votación no obligatoria.
Sin embargo, uno de los mayores detractores del acuerdo es, precisamente, el anterior mandatario, Álvaro Uribe, ya que considera que los jefes guerrilleros tienen que ir a la cárcel por los crímenes cometidos y no deben tener la posibilidad de ocupar cargos de elección popular.