No usó el traje típico ni la cruz de oro al salir al balcón de la Basílica de San Pedro, evitó usar la limusina o autos extravagantes, recibió el homenaje de los cardenales sentado a la misma altura que ellos y pagó la cuenta en el hotel donde hospedaba para dar el ejemplo.
Esas son algunas de las señales de austeridad y humildad que ha entregado el Papa Francisco desde el mismo miércoles, cuando fue electo como sucesor de Benedicto XVI.
En redes las sociales ya comienzan a circular imágenes que muestran al Santo Padre compartiendo el bus con los cardenales, el mismo en el que viajaba los días previos al Cónclave, cuando era todavía arzobispo de Buenos Aires.
Por la luminosidad de las fotografías que se han publicado ya en varios medios alrededor del mundo, se estima que pueden ser del viaje que habría realizado junto a los purpurados para la primera misa que oficio, ayer jueves, con los integrantes del Colegio Cardenalicio para dar fin al proceso iniciado con el Cónclave.