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La renuncia del Papa: ¿ejemplo de coraje o desafío para la Iglesia?

Su edad avanzada y la falta de fuerza fueron las principales razones que presentó el Sumo Pontífice para dimitir. Pero, qué consecuencias para la Iglesia Católica puede tener esta decisión en el futuro inmediato.

24Horas.cl TVN

Martes 12 de febrero de 2013

Gerardo Lissardy BBC Mundo, Brasil

El anuncio de renuncia del papa Benedicto XVI fue saludado por líderes católicos y jefes de Estado como un ejemplo de valentía, pero supone un reto inédito en la historia moderna para la Iglesia y la imagen de su máximo líder, advierten expertos.

Al revelar su sorpresiva decisión este lunes, Benedicto XVI indicó que la renuncia se hará efectiva el 28 de febrero. “Por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio”, dijo el pontífice de 85 años.

Esto abrió necesariamente un período de transición en la Iglesia para escoger al nuevo Papa, algo que se espera que ocurra a fines de marzo.

Un ejemplo de cómo la comunidad católica reaccionó ante la noticia pudo verse en Brasil, el país del mundo donde el Vaticano tiene más fieles.

La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil emitió este mismo lunes una declaración que destacó la “humildad y grandeza” de Benedicto XVI al dar semejante paso.

El arzobispo de Rio de Janeiro, Orani Tempesta, sugirió incluso que el Papa “dio un ejemplo para todas las personas en este mundo de hoy en el que las personas no quieren dejar sus cargos”.

Pero una muestra de lo inusual de esta situación es el hecho de que el último antecedente de renuncia de un Papa data de hace casi seis siglos: Gregorio XII dimitió en 1415.

Este nuevo escenario representa una “situación embarazosa” para el Vaticano, opinó André Chevitarese, un profesor de historia de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) especializado en la Iglesia.

A su juicio, el hecho de que próximamente haya un Papa en ejercicio y otro que renunció supone el riesgo de que existan “dos liderazgos conviviendo” dentro de la Iglesia.

“Las élites religiosas tanto en el contexto europeo como brasileño, atónitas, intentan eludir esa situación”, dijo Chevitarese a BBC Mundo. “No tienen un ejemplo reciente de cómo proceder”.

Imagen papal

La renuncia de Benedicto XVI y los motivos de debilidad física esgrimidos al anunciarla también sacuden de alguna forma la idea que la propia Iglesia ha creado a lo largo de la historia sobre la figura de su líder.

De acuerdo a la religión católica, el Papa recibe un mandato de Dios para conducir la Iglesia. Durante mucho tiempo se consideró normal que ese mandato se ejerciera hasta la muerte, como suelen hacer los reyes.

“Si usted es escogido por el Espíritu Santo, como lo es el Papa, no importa mucho si está esclerosado, con Alzheimer o cualquier cosa, porque eso no existe en la relación del hombre con Dios”, explicó Edgar Leite Ferreira, profesor asociado de historia de las religiones en la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ).

Aunque el derecho canónico admite la posibilidad de dimisión del Papa, Leite consideró que la renuncia de Benedicto XVI “va contra toda una tradición” y “es un fenómeno raro en la Iglesia” que expresa una necesidad de ajustar su modo de administrarse.

“Muestra que la Iglesia tiene algún grado de contaminación mayor con ciertas cuestiones propias de la modernidad, por ejemplo la idea de que el soberano no es una figura iluminada sino un gestor”, dijo a BBC Mundo.

Como ejemplo citó el escándalo reciente por una filtración de documentos reservados del Vaticano, que demostró que en tiempos actuales “el poder del Papa ya no es más tan solitario, aislado y mayestático como antes”.

Otros escándalos recientes por abusos sexuales dentro de la Iglesia o investigaciones por presuntos manejos “non sanctos” de fondos en el banco del Vaticano también complicaron la gestión de Benedicto XVI, que buscó detener la sangría de fieles a nivel mundial.

Diversos analistas han señalado que, con su decisión, el Papa puede estar buscando influir en el nombramiento de su sucesor y la línea que tendrá la Iglesia tras su pontificado.

Pero el hermano del Papa, Georg Ratzinger, declaró a la BBC que Benedicto XVI evitará interferir en los asuntos de su sucesor, aunque estará disponible si lo necesitan.

Leite evaluó que “desde hace muchas décadas (Benedicto XVI) influye en la Iglesia Católica y va a seguir haciéndolo”, aunque eso no quiera decir que se apresta a elegir a un sucesor a dedo.