Un día después del anuncio de la renuncia del Papa Benedicto XVI, comienzan las especulaciones respecto al estado de salud que lo llevó a tomar la sorpresiva decisión.
El diario italiano Il Sole 24 ha sido uno de los primeros en entregar luces respecto a su estado físico. Según informó en su edición de este martes, el Sumo Pontífice aparentemente fue operado hace tres meses para sustituirle un marcapasos.
La cirugía la habría realizado el especialista Luigi Chiareiello en la Clínica Pío XI y en la más absoluta reserva, sobre todo, porque se ha especulado que la decisión de abandonar su cargo al frente de la Iglesia Católica habría sido tomada hace casi un año.
Si bien el Vaticano recalcó que la medida tomada por el Papa no tenía relación con alguna enfermedad terminal, mucho se especuló respecto a su capacidad física, sobre todo desde que comenzó a utilizar una tarima motorizada para trasladarse a interior de la Basílica de San Pedro.
Hasta el momento, la Santa Sede sólo ha reconocido que el Sumo Pontífice sufrió un embolismo hemorrágico en 1991, una caída en 2009 y la fractura de su muñeca. Más que eso no se sabe.
Por ello llama la atención la publicación italiana que revelaría que problemas cardiacos habrían sido una de las motivaciones de la renuncia del Papa Benedicto XVI.