"Nuestra vida es un camino y cuando nos paramos, la cosa no va. Caminar siempre en presencia del Señor, a la luz del Señor".
Fue el primer y contundente mensaje del Papa Francisco a los cardenales electores en su primera misa como líder de la Iglesia Católica.
El Sumo Pontífice presidió la ceremonia en la Capilla Sixtina frente a los 114 purpurados que el miércoles lo eligieron como sucesor de Benedicto XVI.
En su homilía, que ya se había adelantado que sería espontánea y en italiano, el Papa Francisco hizo hincapié en el movimiento y el camino que los religiosos deben recorrer para edificar la iglesia.
"Cuando caminamos, edificamos y confesamos sin la cruz, no somos discípulos del Señor. Yo querría que todos nosotros, en estos días de gracia, tengamos el coraje de caminar en presencia del Señor, con la cruz del Señor. De edificar la Iglesia con la sangre del Señor", dijo.
En su intervención alertó sobre la posibilidad de caer en la mundanidad al negar a Jesucristo y llamó a "confesar a Jesús crucificado".
"Si no confesamos en Jesucristo podemos ser una ONG piadosa, pero no la Iglesia. Cuando no se camina, nos paramos. Cuando no se edifica con piedras, ¿qué pasa? Pasa lo que les pasa a los niños en la playa cuando hacen castillos de arena. No hay consistencia", indicó el Papa.