A sólo días de que se concrete la renuncia del Papa Benedicto XVI, una nueva dimisión golpea a la Iglesia Católica.
Esta vez, el cardenal británico y líder de la Iglesia en Escocia, Keith O'Brien, anunció su renuncia tras ser acusado de "comportamiento inapropiado".
"El Santo Padre ha decidido que mi renuncia entre en efecto hoy, 25 de febrero del 2013", dijo en un comunicado el cardenal de quien se esperaba participara en el cónclave para elegir al próximo Papa.
O'Brien, conocido por sus opiniones críticas sobre la homosexualidad, fue denunciado al Vaticano por acusaciones de comportamiento inapropiado en un periodo que se remonta a 30 años, de acuerdo al diario The Observer.
De acuerdo a la publicación británica, el, ahora, ex cardenal, habría cometido abusos sexuales contra tres sacerdotes y un ex sacerdote durante la década de los ochenta. Según los relatos de las víctimas, el religioso habría realizado contactos inapropiados durante momentos íntimos en los que los ayudó o compartió una cena.
El cardenal O'Brien, arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, había rechazado las acusaciones.
El Vaticano sostuvo más tarde que el Papa Benedicto XVI había aceptado la renuncia del cardenal.
O'Brien era el único representante del Reino Unido en el cónclave que buscará reemplazar al Papa Benedicto XVI.