Al Papa Benedicto XVI se le instaló un marcapasos cardíaco hace un tiempo, pero no presenta una salud debilitada y sigue estando lúcido y sereno tras su decisión de renunciar, informó el martes un portavoz del Vaticano.
El padre Federico Lombardi dijo que las baterías del dispositivo médico fueron reemplazadas hace tres meses en una intervención menor de rutina, lo cual no fue considerado como un factor que persuadió al líder católico a tomar la impactante resolución de dimitir a su papado.
"No tuvo influencia en la decisión, las razones fueron su percepción de que su fuerza había disminuido por lo avanzado de su edad", sostuvo Lombardi a periodistas durante una rueda de prensa en la Santa Sede.
Respecto al futuro rol que ocupará Benedicto XVI, el Vaticano informó que "el Papa ha dicho en su declaración que usará su tiempo para orar y reflexionar y que no tendrá responsabilidad alguna en la dirección de la Iglesia ni en deberes administrativos o de Gobierno. Esto está absolutamente claro y es el sentido de la renuncia".
Fuente: Agencia Reuters