Kim Jong-un prometió “contraataques inmediatos” en caso de que Estados Unidos y Corea del Sur violen su soberanía territorial.
Así respondió el líder norcoreano a la reunión que hoy mantuvieron en Washington el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la mandataria surcoreana, Park Geun-hye, quienes aseguraron que se mantendrían firmes ante la retórica belicista de Pyongyang, a la que instaron nuevamente a abandonar su programa nuclear.
“Las unidades del Ejército Popular de Corea en el frente suroeste lanzarán contrataques inmediatos en caso de que un solo proyectil caiga sobre las aguas territoriales de nuestro lado”, advirtió el Mando de las Fuerzas Armadas norcoreanas en un reporte publicado este martes por la agencia estatal de información KCNA.
Además, el Ejército norcoreano añadió que, de responder los aliados al citado contraataque, “todas las fuerzas de artillería convertirán las cinco islas surcoreanas del Mar del Oeste (mar Amarillo) en un mar de llamas” con sus misiles.
En el comunicado, Corea del Norte considera que las nuevas maniobras de los aliados representan “una provocación militar premeditada” y “un intento de avanzar del actual estado de guerra a una guerra real”.
Un nuevo ensayo militar de Corea del Sur y Estados Unidos en el mar Amarillo, iniciado el lunes y que se prolongará hasta el viernes, incluye un submarino nuclear, varios destructores y aviones de vigilancia marítima con el objetivo de evitar ataques submarinos.
Park Geun-hye, prometió desde Estados Unidos hacer “pagar” a Corea del Norte si perpetra un ataque militar como el hundimiento del buque Cheonan o el bombardeo a la isla de Yeonpyong el 2010, que dejaron 50 muertos de Corea del Sur.
Durante pasados días varios medios surcoreanos y estadounidenses anunciaron que Corea del Norte ha retirado de una plataforma de lanzamiento al este del país dos proyectiles de alcance intermedio, lo que aparentemente aleja la temida posibilidad de un nuevo ensayo de misiles del régimen.