El tribunal federal de apelaciones de EEUU ha dejado en suspenso el fallo del juez Thomas Griesa que obligaba a Argentina a pagar 1.330 millones de dólares para el 15 de diciembre a los tenedores de deuda que no aceptaron las reestructuraciones de 2005 y 2010.
El tribunal de apelaciones del Segundo Circuito federal, con sede en Nueva York, estableció que la decisión del juez Thomas Griesa debe quedar en suspenso hasta examinar a fondo la apelación argentina.
Además, se fijó un cronograma de presentaciones de tres meses. El día 28 de diciembre se deberán presentar los documentos de la apelación. El 25 de enero será la oposición de la defensa. El 1 de febrero la respuesta y el 27 de ese mismo mes ambas partes deberán presentar sus argumentos de forma oral.
Con esta orden de emergencia Argentina consigue un tiempo valioso, además de alejar el fantasma del default técnico, que podría haber llevado al país a un cese de pagos de 24.000 millones de dólares en deuda reestructurada.
Argentina presentó el lunes una apelación al fallo de Estados Unidos, que había sido calificado por el gobierno de Cristina Fernández de "gravedad institucional". En su apelación, Argentina argumentó que el fallo de Griesa podría resultar en la "destrucción" de su reestructuración, además de que no podría cumplir con la orden del juez porque la ley del país sudamericano prohíbe pagar a los acreedores que rechazaron el canje en mejores términos que a los que sí lo hicieron.