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"Nerviosa no me voy a poner"

La presidenta argentina, desafiante pese al cacerolazo de miles de argentinos contra su gobierno.

Mariángel Calderón

Viernes 14 de septiembre de 2012

Dice que hay que temerle un poco y que no está nerviosa.

Pero la realidad es que Cristina Fernández enfrenta un complejo escenario social y político luego de los crecientes cuestionamientos a su administración, que alcanzaron su máximo nivel en el multitudinario cacerolazo realizado en contra de su Gobierno la noche de este jueves en todo el país.

Mientras miles de argentinos salieron a las calles para protestar contra el Gobierno, la mandataria argentina realizó un acto en la localidad de San Juan, donde defendió su gestión y agradeció el apoyo de sus seguidores.

Protesta contra Cristina

Protesta contra Cristina

Miles de argentinos marcharon contra Gobierno de la Señora K.

"Nerviosa no me voy ni me van a poner. Que se queden tranquilos. Con las cosas que nos han pasado, que me han pasado, a Dios le pido que no me dé más sufrimiento del que he tenido. Que se queden tranquilos", dijo la presidenta, que se muestra confiada y altanera en público pese a que un último sondeo expuso que un 39,9% de argentinos tiene una imagen negativa de ella.

"Una presidenta sola no puede: necesita que en cada provincia, en cada localidad, se aproveche la oportunidad y se acompañe este formidable ingreso y crecimiento de los recursos con buena administración, con gestión, con compromiso con sus pueblos y sus sociedades", dijo también durante su discurso.

"Nerviosa no me voy a poner"

"Nerviosa no me voy a poner"

Cristina responde a críticas a su Gobierno.

Durante el último tiempo, Fernández se ha dedicado a defender sus polémicas medidas, entre las que se cuenta la nacionalización de la petrolera YPF y las prohibiciones cambiarias, que incluso llevaron a la justicia a imputarla por presuntas irregularidades en las restricciones de compra de dólares y en uso de las reservas del Banco Central.

Las críticas a su gestión también han sido recogidas por los trabajadores que antes fueron sus aliados. Un paro del Subte en Buenos Aires puso de cabeza a la capital y provocó una crisis política que terminó con el adversario número uno de Cristina, Mauricio Macri, ganando puntos a favor por resolver el conflicto.

No obstante, no todo es negativo. Este año la mandataria transandina declaró un herencia de 31 millones de pesos trasandinos (unos 3 mil millones de pesos chilenos) ante las autoridades de ese país.

Sin duda ha sido un año complejo para la presidenta, quien advirtió, luego de escuchar las peticiones de reelección planteadas por sus seguidores, que "siempre volvemos y volveremos una y otra vez". Y agregó que "no se preocupen porque del lugar que me toque estar voy a seguir haciendo lo que siempre hice, militar y trabajar".