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"A mí no me corre nadie"

La presidenta argentina descalifica la masiva protesta y acusa a dirigentes sindicales de obligar a los trabajadores a sumarse al paro.

Javiera Salinas

Miércoles 21 de noviembre de 2012

"Me voy a bancar lo que me tenga que bancar. A mí no me corre nadie y menos con amenazas, patoteadas o matones", dijo la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tras la primera huelga general convocada en los últimos 10 años y que que paralizó a gran parte de su país.

La "Señora K" fue dura al analizar los bloqueos de carreteras y la paralización del transporte por tierra y aire para exigir el alza del sueldo mínimo y las asignaciones por planes sociales, la eliminación del impuesto a los ingresos de los asalariados y un aumento de las jubilaciones, todo para enfrentar las altas tasas de inflación, que se estima llegará al 25% este año.

"Lo de hoy (martes) no fue una huelga o un paro. Ni siquiera fue un piquete. Hablemos de aprietes y amenazas a los trabajadores", señaló la mandataria al acusar presiones de los convocantes para hacer más masiva la movilización.

Desde temprano, el gobierno y Cristina se enfocaron en algunos hechos de violencia durante la protesta y criticar la metodología de los líderes de la Confederación Central del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Pablo Micheli, quienes optaron por el bloqueo del libre tránsito en el país.

"El derecho de huelga constitucionalmente reconocido y respetado por esta argentina que es presidenta es sagrado y también es sagrado el derecho a decidir cada trabajador qué es lo que quiere hacer", sostuvo y agregó "estos no son los dirigentes que querían Perón y Evita. Los que ellos querían eran representantes de los derechos de los trabajadores".

La presidenta argentina siguió por televisión el desarrollo de la jornada de huelga realizada este martes desde la quinta de Oliva y no en la Casa Rosada. Sus ministros estuvieron en contacto con los sindicalistas de transportes que no adhirieron a la huelga y con los gobernadores.

"Les pido a todos la unidad nacional, porque cada vez que nos han dividido, han venido primero por el gobierno y después por el pueblo", remató.

Pese a las muestras de rechazo y a que la popularidad de Fernández ha caído casi 30 puntos por el aumento de la inflación, el gobierno ya se prepara para celebrar el aniversario del inicio de su segundo mandato el próximo 9 de diciembre.