Con las sensibles ausencias de los mandatarios de Argentina, Brasil, Cuba y Venezuela, la XXIV Cumbre Iberoamericana se desarrollaba este lunes en Veracruz, este de México, con el objetivo de renovar su decaída influencia y en plena crisis del anfitrión por la presumible masacre de 43 estudiantes.
En las dos jornadas de cónclave, que arrancaron con una discusión sobre educación y una propuesta para un ambicioso programa de movilidad estudiantil, los mandatarios analizarán cómo relanzar este foro inaugurado en 1991 en Guadalajara (oeste de México).
La cita, que reúne a los mandatarios de América Latina con los de Portugal, España y Andorra ha venido perdiendo interés frente a nuevos organismos regionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Después de que en la reunión de Panamá de 2013 apenas acudiera la mitad de los 22 mandatarios, éstos decidieron que después de la cumbre de Veracruz el encuentro se pase a celebrar cada dos años.
A Veracruz, a unos 400 km de la Ciudad de México, han llegado jefes de Estado y de gobierno de 16 países con la primera presencia de Felipe de Borbón como Rey de España, pero a la vez han brillado importantes ausencias.
A la inauguración faltaron la argentina Cristina Kirchner, la brasileña Dilma Rousseff, el venezolano Nicolás Maduro, el boliviano Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega y el cubano Raúl Castro, que no ha asistido a ninguna cumbre iberoamericana desde que asumió la presidencia de su país en 2008.
A última hora, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, anuló también su asistencia a la sesión del lunes debido a una "leve descompensación" de la que se recupera en Veracruz, según su oficina.
"No existe ninguna universidad latinoamericana entre las 100 mejores del mundo. Iberoamérica es un generador marginal de conocimiento mundial", lamentó el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en el primer segmento de discusión sobre educación y cultura.
En América Latina "uno de cada cuatro niños y jóvenes no tiene aún la posibilidad de acceder a educación escolar", alertó a su vez el mandatario peruano Ollanta Humala.
En los primeros discursos de mandatarios, únicamente el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, hizo una mención a la presumible masacre de 43 estudiantes que ha desatado una indignación nacional en México y al proceso de paz en Colombia, en ambos casos para apoyar a sus homólogos.
Al presidente Peña Nieto "le reconocemos los esfuerzos realizados durante este periodo. Manifestarle nuestro respaldo. Decirle también al presidente (de Colombia Juan Manuel) Santos que estoy seguro que va a continuar encontrando esos esfuerzos y que puede contar con todo nuestra respaldo para poder salir adelante", dijo Pérez Molina.
Fuente y Foto: AFP.