Un gran estallido remeció a la pequeña localidad de West en el Estado de Texas la tarde del pasado miércoles.
Una explosión en la planta de fertilizantes Exxon Mobil Corpy desató el pánico y el terror de los pobladores quienes vieron como el fuego consumía sus hogares y dejaba a cientos de vecinos heridos.
Las autoridades informaron que entre cinco y quince personas murieron en la explosión. Además, señalaron que más de 160 individuos resultaron heridos.
El Alcalde de West Tommy Muskaexplicó que cinco o seis bomberos voluntarios que se encontraban entre los primeros en la zona de la explosión fueron dados por desaparecidos.
Las autoridades explicaron que las llamas que continúan ardiendo dentro de la planta presenta dos amenazas , la posibilidad de desencadenar una explosión de un segundo tanque de fertilizantes y la emisión de gases peligrosos en la comunidad circundante.
DL Wilson portavoz del Departamento de Seguridad Pública explicó que cerca de la mitad de la ciudad, un área que abarca ocho a 10 cuadras, había sido evacuado y que "podríamos incluso tener que evacuar en el otro lado de la ciudad" si los vientos cambian durante las próximas horas.
Además Wilson destacó que 50 a 75 viviendas resultaron dañadas por la explosión y el posterior incendio, y que cerca del complejo de apartamentos de 50 unidades se ha reducido a "un esqueleto de pie" sentenció.
A lo que agregó que 133 personas habían sido evacuadas de un hogar de ancianos dañado, pero no estaba claro de inmediato cuántos residentes de la instalación fueron heridos.
El Hillcrest Baptist Medical Center en Waco informó el tratamiento de 66 pacientes, incluidos los niños con lesiones, laceraciones, quemaduras y huesos rotos.
"Estamos viendo una gran cantidad de heridas y lesiones de tipo ortopédico las cosas que cabe esperar de una explosión", dijo David Argueta, vicepresidente de operaciones del hospital.