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Del robo, la TV y al basurero: la agridulce historia del "motochorro" de La Boca

Gastón Aguirre se hizo conocido luego de un video en el que intentaba robarle la mochila a un extranjero en una calle de Buenos Aires, Argentina. Lo que pasó después, ni siquiera él se lo habría imaginado.

Alejandro González

Miércoles 26 de noviembre de 2014

En Argentina le llaman "motochorro" a quien realiza actos delictuales, como robar, arriba de una de estos vehículos. Uno de ellos, es Gastón Aguirre (33), un sujeto que saltó a la fama (o infamia, si se quiere) luego de ser registrado con un GoPro, intentando robar la bicicleta de un turista extranjero.

El video fue capturado desde el casco de la víctima, quien paseaba en bicicleta por el sector de La Boca, en Buenos Aires. Se trataba de un ciudadano canadiense llamado Alexander Hennessy que estaba de visita en Argentina. Por la impresión y el mal rato que pasó, la grabación fue subida a YouTube.

Rápidamente se viralizó en internet y tuvo un gran impacto mediático. Esto, a tal punto, que Gastón luego de unos días fue invitado a la televisión argentina junto a su pareja, cuales estrellas de farándula.

Según informó el portal diario26.com, en uno de los programas al que fue invitado exigió el pago de 3.500 pesos argentinos (cerca de 250 mil pesos chilenos). Sin embargo, el conductor del espacio aseguró que "no le vamos a pagar a un motochorro".

Fuera de esto, sus apariciones en TV no pasaron, por supuesto, desapercibidas. Consultado por la acción delictual que lo hizo conocido, se mostró arrepentido, sin embargo justificó su acto delictivo asegurando que quería "comprarle un regalo a mi hijo".

Por supuesto, la fama siempre acarrea problemas. La justicia argentina haría la diligencias para procesar a Aguirre por el delito de intento de robo a mano armada, con el cual quedó apresado.

Según consigna Cronica, cuando Gastón llegó al penal de Ezeiza, donde debe cumplir su pena, el karma cayó sobre su cabeza, literalmente.

Sin ser la mejor presentación de todas, el motochorro llegó a la cárcel haciendo alarde de sus aparicios en TV, haciendo gala de su fugaz paso por las luces y las cámaras del showbussiness argentino.

Esto no le valió más que una dura golpiza, según informó el medio argentino, por parte del resto de los presidiarios que lo dejó "en el tacho de la basura".