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El horror de ser niño en Siria

La ONG Save the Children expuso los horrores a los que están expuestos los menores durante la guerra.

Mariángel Calderón

Martes 25 de septiembre de 2012

"Ellos crean escudos humanos con niños. Ellos saben que la gente no va a matar a sus hijos. Lo vi con mis propios ojos", dice Hassan un adolescente de 14 años que sirve como ejemplo para exponer las atrocidades a las que son sometidos los menores de edad en Siria y que este martes denunció la organización internacional en defensa de los niños Save The Children.

Un reporte elaborado con testimonios de niños sirios que hoy se encuentran refugiados fue presentado por la organización que busca dar a conocer la realidad que enfrentaron los pequeños mientras se encontraban en el país liderado por Bashar al Asad.

Las historias expuestas en el texto son terribles y conmovedoras.

"Conocí a un niño llamado Ala'a. Tenía seis años y no sabía lo que estaba pasando. Diría que el niño fue torturado más que nadie de los que estaban en ese lugar. No le dieron comida o agua durante tres días. Vi cómo moría. Ellos trataron su cuerpo como si fuera un perro", cuenta Wael, un joven de 16 años que presenció una situación que nunca podrá olvidar.

Aunque suene terrible decirlo, Wael tuvo suerte. No como Khalid, de 15 años, quien fue torturado y ahora convive con los recuerdos de haber sufrido tremendas atrocidades. "Fui arrestado y me ataron muy fuerte en las muñecas. Traté de escapar pero volvieron a atraparme y me torturaron en mi escuela", reveló el pequeño.

"Luego de un par de días me levaron a una sala de interrogaciones. No había comido ni bebido nada nada, estaba muy débil. Ellos me colgaron del techo tomado sólo de las  muñecas. Mis pies estaban colgando. Luego fui golpeado. Ellos querían que confesáramos algo", contó Khalid quien hoy mantiene cicatrices de las torturas recibidas en Siria.

"Fui salvajemente golpeado por varios días. Me golpearon con un rifle, palos y con una luma. Me golpearon en la espalda y en la frente. No pensé que saldría de allí con vida hasta que me movieron a algún lado. Pensaron que cometería suicidio, porque muchos ya lo habían hecho antes", dijo Farah, de 17 años, quien hasta el día de hoy sueña con los maltratos que recibió.

Como estos, hay más testimonios que revelan la crueldad de una guerra civil que pronto cumplirá dos años. Mientras los líderes mundiales se reúnen para debatir cómo enfrentar el conflicto, Save The Children continúa con sus esfuerzos para que los niños sirios refugiados en otros países puedan rehacer sus vidas sin los traumas de las torturas recibidas en su propia patria.