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Derrumbe en Chernóbil

Autoridades aseguran que no ha aumentado los niveles de radiación.

24horas.cl Tvn

Miércoles 13 de febrero de 2013

Parte del tejado y un muro de la sala de máquinas de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, se derrumbaron este martes, por causas aún desconocidas.

El lugar del derrumbe se encuentra a poca distancia del sarcófago que cubre la famosa central, donde ocurrió la mayor catástrofe nuclear de la historia al incendiarse uno de sus reactores en 1986.

Según las autoridades ucranianas, el desplome no ha causado víctimas ni cambios en los niveles de radiación.

Sin embargo, la asociación ecologista Greenpeace expresó su preocupación por el derrumbe en la sala de máquinas. "Es una mala señal: si se cayeron unos paneles en la sala de máquinas, no hay ninguna garantía de que no pueda comenzar a derrumbarse el “sarcófago” construido en 1986", aseguró Vladímir Chuprov, dirigente de Greenpeace-Rusia.

"Incluso si no han aumentado los niveles de radiación es muy preocupante", dijo Chuprov advirtiendo del peligro que representa el polvo radiactivo provocado por el derrumbe.

 

El sarcófago se levantó poco después del accidente nuclear para impedir la propagación de la radiación. Está agrietado y produce fugas, por lo que se está construyendo uno nuevo.

El accidente contaminó una extensión de 150.000 kilómetros cuadrados en lo que hoy son los países independientes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia. Las autoridades tardaron seis meses en aislar el reactor con un recubrimiento de acero y hormigón. La población aledaña a la central fue evacuada y se declaró una zona de exclusión en un radio de 30 kilómetros a la redonda, que todavía continúa vigente.

El nuevo sarcófago en construcción constituye una gigantesca bóveda de acero que tendrá un peso total de más de 20.000 toneladas. Las dimensiones, una vez finalizado, serán de 257 metros de largo, por 150 de ancho y 108 de alto. Las obras deberán terminar, en principio, para el 2018 y se prevé también la creación de un cementerio nuclear para enterrar los desechos radiactivos que se encuentran bajo el actual sarcófago, además de los de los otros tres reactores de Chernóbil.

Esta nueva cubierta debería durar al menos cien años.