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Desalojo de gitanos

Gobierno de François Hollande continúa con las polémicas políticas antiinmigrantes de Nicolas Sarkozy.

Mariángel Calderón

Jueves 9 de agosto de 2012

La policía francesa realizó este jueves una incursión en un campamento improvisado de gitanos rumanos, desalojando a 200 personas, en una clara muestra de que el Gobierno socialista de François Hollande sigue calladamente la política de la anterior administración conservadora de repatriar a inmigrantes ilegales.

Docenas de oficiales de policía con uniformes antidisturbios entraron al campamento cerca de la ciudad de Lille, en el norte de Francia, poco después del amanecer para supervisar la evacuación de unos 200 gitanos que viven en caravanas cerca de una autopista.

La evacuación se produce tras una serie de incursiones policiales esta semana en París y Lyon, donde cientos de inmigrantes indocumentados del este de Europa se vieron forzados a abandonar sus hogares.

El ministro del Interior, Manuel Valls, que ha cultivado una imagen de firmeza contra el delito, defendió las acciones como legales y necesarias por los riesgos sanitarios de cientos de personas viviendo en barrios improvisados.

"Los campamentos insalubres son inaceptables", dijo en un comunicado el miércoles. "A menudo localizados en medio de barrios obreros, son también un desafío para la vida en comunidad", agregó.

Los desalojos recuerdan a la oleada de expulsiones vividas bajo el ex presidente Nicolas Sarkozy, que generaron críticas de la Unión Europea, la Iglesia Católica y grupos de derechos humanos en el verano boreal del 2010.

Aunque los gitanos rumanos suponen un pequeño porcentaje de la población inmigrante en Francia, su estilo de vida nómade y el hecho de que se dediquen al hurto y a pedir limosna de forma agresiva han sido objeto de controversia y ayudaron a la extrema derecha a ganar adeptos en los comicios presidenciales de mayo.

El Gobierno de Sarkozy repatrió a miles de gitanos a Rumania, pero muchos se aprovecharon de la porosidad de las fronteras de la UE para volver a Francia, habiéndose quedado con la ayuda para marcharse del Estado francés, de 300 euros (370 dólares) por persona.

Valls dijo que el Gobierno volvería a examinar las condiciones para conceder ayuda a los inmigrantes ilegales. También revisaría las restricciones a trabajar en Francia para los ciudadanos de Rumania, un país miembro de la UE del que proceden muchos de los inmigrantes rumanos.

Los grupos de derechos humanos dijeron que no hay ningún acuerdo para garantizar la acogida temporal del grupo de Lille, que incluye a unos 60 niños.

"¿Qué será de estas familias?", dijo el padre Arthur, sacerdote que defiende a las familias de gitanos. "Los están despojando de todo, es una violación de los derechos humanos fundamentales", agregó.

En Francia viven unos 20.000 gitanos rumanos. Hay unos 12 millones en el este de Europa, particularmente en Rumania, Bulgaria, Eslovaquia y Hungría.

Fuente: Agencia Reuters