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Deshielos en Italia revelan "fantasmas" de la Gran Guerra

Cada cierto tiempo son encontrados los cadáveres de militares que llevan más de cien años congelados en las montañas de Peio, localidad de Trento.

Fernando Jimenez

Martes 14 de enero de 2014

Han pasado casi cien años y los recuerdos de la Primera Guerra Mundial aún siguen vivos. Incluso, sus marcas son posible encontrar en diferentes territorios donde los soldados debieron luchas , además del enemigo, contra las inclemencias del clima.

Este es el caso de Peio, una localidad de casi dos mil habitantes dentro de la provincia italiana de Trento, la cual sabe convivir con los fantasmas de hombres que cayeron en sus crudas montañas durante la Gran Guerra.

Esta localidad fue sede de la denominada “Guerra Blanca”, la cual tuvo lugar entre 1914 y 1915, enmarcada como una de las batallas más crueles del conflicto principalmente por las desfavorables condiciones a las que se enfrentaron los soldados en sus montañas. En total, se estima que cerca de 750.000 soldados italianos murieron.

Sin embargo, las décadas pasaron y los cambios en la temperatura hicieron que desde los 90’, el deshielo dejara al descubierto los secretos mejor guardados de la localidad de Peio.

Todo comenzó con cartas, diarios, elementos de uniforme, armas, etc. Sin embargo, al avanzar la condición fue posible dar con el hallazgo de los cuerpos caídos.

La historia cuenta que los cadáveres quedaron momificados por el frío, lo que hizo que se conservaran en un gran estado que permitió su estudio. En septiembre pasado aparecieron los restos de las dos últimas víctimas halladas.

Son dos austriacos de 17 y 18 años, datos que recién se conocieron luego de analizar las momias. Ambos cuerpos presentaban heridas de bala en sus cabezas.

Sin embargo las balas no fueron tan peligrosas para todos los que lucharon en la Guerra Blanca como lo fue el frío, que llegaba a los -30 grados centígrados, además de los numerosos muertos producidos por avalanchas de nieve.

En 2004, tres de los primeros cuatros cuerpos en aparecer pertenecían a militares alemanes quienes fueron encontrados colgados boca abajo en un muro de hielo. Todos tenían un brazo amputado, y llevaban vendas en sus bolsillos.

En total, más de 80 soldados han visto la luz tras el hielo en estas décadas, y muchos más lo harán mientras el hielo siga derritiéndose. Incluso existen familias de caídos en la guerra, que buscan sus restos entre las montañas de esta localidad italiana.

Es el caso del soldado Arnaldo Berni, el cual luchó en la Guerra Blanca, y murió tres semanas después del conflicto. Desde entonces muchos han sido los intentos de rescatar los restos de Berni durante estos años. El último de ellos en 2009.

FUENTE: Telegraph.co.uk/ El Confidencial

FOTOS: Telegraph.co.uk