Es uno de los diarios de habla hispana más importantes del mundo y hoy es protagonista de la noticia.
El diario "El País" de España está sufriendo estos días una serie de jornadas de huelga por parte de sus trabajadores, con el objetivo de protestar por las intenciones que tienen sus dueños de despedir a 149 personas y reducir en un 15% los salarios.
A través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que permite que una empresa consiga permiso de las autoridades competentes para despedir a sus trabajadores, el grupo Prisa, dueño del periódico, planea reducir la planta de empleados por motivos económicos.
Según la empresa, la medida busca "garantizar la viabilidad" económica de los próximos años. Sin embargo, los trabajadores acusan que el diario nunca ha declarado pérdidas.
En un comunicado emitido por el comité de empresa (órgano que representa a los empleados), el diario "ha tenido 1,8 millones de beneficios en los seis primeros meses de 2012". Agregan, además que "los trabajadores propusimos asumir posibles pérdidas reduciendo nuestros salarios, siempre que la negociación se hiciera sin despidos encima de la mesa".
En el punto de mira está el presidente del grupo, Juan Luis Cebrián, la que se acusa de haberse embolsado ingresos millonarios en los últimos años y haberse embarcado en negocios ruinosos para la compañía. El director del medio, Javier Moreno, también está en el punto de mira de los trabajadores por su alineamiento irrestricto con la cúpula directiva.
Debido a la negativa de la compañía, los trabajadores iniciaron una huelga de tres días y además han generado distintas respuestas a las medidas impulsadas por el grupo Prisa, como manifestaciones en ciudades de toda España, con una gran actividad en las redes sociales, negándose a firmar sus informaciones o viralizando videos con sus acciones.
Una de las que más llamó la atención fue la publicación de un puzzle en el que los trabajadores expresaron sus quejas contra la administración.
Frases como "Los cuadros de izquierdas están en huelga", "Te tendrás que arreglar sin ellos", "…Más altas han caído", "Glotones", "Mala calaña, mala", "Un jefe desconfiado", "No te hagas ilusiones. Las indirectas van por ti", formaban parte de la publicación, que logró burlar el férreo control que han establecido los directivos sobre todo lo que se publica en el periódico.
Además, en los últimos días, una veintena de sus colaboradores más prestigiosos, como el premio Nobel de Literatura Mario Vargas-Llosa, el chileno Jorge Edwards y los españoles Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, Almudena Grandes y Elvira Lindo, hicieron pública una carta en la que expresaban su "inquietud y malestar por los casos de censura que ha denunciado el comité profesional en los últimos días, vinculados al ERE que afectaría a un tercio de la plantilla. Creemos que estos episodios suponen un paso más en el deterioro de los valores fundacionales deun diario crucial para las libertades y la democracia española, que hoyes más necesario que nunca ante la profunda crisis económica, política einstitucional que viven España y Europa".
Esto ante las últimas denuncias sobre columnas de opinión cercenadas por los directivos, así como denuncias de amenazas y presiones a los periodistas para que no secunden la huelga.
A pesar de los paros, el diario ha seguido saliendo a la calle. Eso sí, su viabilidad y futuro son cada vez menos halagüeños.