Habrá que acostumbrarse a las noticias sobre el cometa interestelar 3I/ATLAS, al menos hasta que abandone definitivamente nuestro sistema solar tras su máxima aproximación a la Tierra el 19 de diciembre y su posterior paso cercano a Júpiter en marzo de 2026.
Y es que su presencia resulta especialmente relevante para la ciencia: es apenas el tercer objeto identificado que procede de más allá de nuestro sistema solar y se está revelando como un laboratorio químico excepcional, capaz de ofrecer pistas sobre la química de objetos formados en otros sistemas estelares.
Metanol y cianuro en el cometa interestelar
Ahora, gracias a observaciones realizadas con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), en Chile, un equipo encabezado por Martin Cordiner, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, detectó en 3I/ATLAS abundantes cantidades de metanol (CH₃OH) –una molécula considerada fundamental en la química prebiótica por su papel en la formación de compuestos orgánicos más complejos– y de cianuro de hidrógeno (HCN), otro precursor clave en la síntesis de aminoácidos y bases nitrogenadas, componentes esenciales del ADN y el ARN.
Si bien ambos compuestos se han identificado anteriormente en otros cometas, lo que distingue a 3I/ATLAS es su proporción relativa. Según el nuevo estudio publicado en la revista de preimpresión arXiv, aún pendiente de revisión por pares, la relación entre metanol y cianuro en este objeto alcanza valores solo superados por un caso registrado previamente: el del cometa C/2016 R2 (PanSTARRS), perteneciente a nuestro propio sistema solar.
"Moléculas como el cianuro de hidrógeno y el metanol están en abundancias traza y no son los constituyentes dominantes de nuestros propios cometas", explicó Cordiner a New Scientist. "Aquí vemos que, en realidad, en este cometa alienígena son muy abundantes", agregó.

Cuatro veces más metanol que en cometas locales
En concreto, según reporta el medio científico, el metanol representa alrededor del 8% del vapor total que emana del cometa –cuatro veces más de lo habitual en los cometas locales– y se está produciendo a un ritmo de unos 40 kilogramos por segundo.
El cianuro de hidrógeno, por su parte, alcanza una tasa de entre 0,25 y 0,5 kilogramos por segundo, pero proviene principalmente del núcleo rocoso del cometa. En cambio, el metanol también aparece en la coma, la nube de polvo y gas que lo rodea, lo que sugiere un origen más complejo, posiblemente debido a reacciones químicas adicionales en su entorno.
Desde un punto de vista químico, este hallazgo resulta provocador. Y es que, aunque el metanol es relativamente simple, su importancia es fundamental en la cadena que lleva hacia moléculas más complejas esenciales para la vida, como proteínas y aminoácidos, según recogen medios científicos.
"Parece realmente implausible químicamente que pudieras seguir un camino hacia una complejidad química muy alta sin producir metanol", afirmó Cordiner a New Scientist.