Singapur ejecutó este martes a un hombre de 49 años por traficar cannbis tras pasar siete años en prisión, en la que supone la sexta ejecución que tiene lugar en la pequeña ciudad-Estado asiática en los últimos cuatro meses.
La noticia fue confirmada por la activista Kokila Annamalai, quien publicó en su cuenta de Twitter que "hemos confirmado que un hombre singapurense de etnia malaya de 49 años ha sido ejecutado hoy, 26 de julio, en la prisión de Changi, tras ser condenado por traficar con marihuana".
We have confirmation that a 49 year-old Singaporean Malay man was executed today, 26 July, at Changi Prison. He has lived in prison since 2015, after being convicted of trafficking in cannabis (marijuana). He was sentenced to the mandatory death penalty.
— Kokila Annamalai (@Kokilaparvathi) July 26, 2022
Mientras países vecinos como Tailandia relajan el cultivo y consumo del cannabis de bajo efecto psicotrópico, Singapur mantiene una de las leyes antidrogas más severas del planeta, contemplando la pena de muerte por ahorcamiento, con seis ejecutados por narcotráfico desde el pasado marzo.
Hace solo cuatro días, Singapur ejecutó a otro hombre, el singapurense Nazeri Lajim, de 64 años, con un largo historial de consumo y otros delitos de droga y que había sido sentenciado en 2017 por traficar 960 gramos de heroína.
Poco se sabe de momento del último ejecutado, ya que Singapur apenas revela información sobre las ejecuciones y son las ONG locales que abogan contra la pena de muerte las que suelen enterarse de los ahorcamientos a través de las familias de los reos, que en este caso no se han pronunciado todavía, o por otros prisioneros.