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Francia analiza expulsar a extranjeros que cometan delitos graves

Hasta ahora la legislación establece ciertas limitaciones para ello, pero el gobierno de Emmanuel Macron pretende reformar la ley. “Un extranjero que no respeta las leyes debe ser expulsado”, dijo el ministro.

Deutschewelle

Reuters

Sábado 9 de julio de 2022

El Gobierno de Francia analiza la posibilidad de expulsar a los extranjeros que cometan delitos graves, dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en una entrevista con el diario Le Monde publicada este sábado. El objetivo del Gobierno es "permitir la expulsión de todo extranjero reconocido culpable por la Justicia de un acto grave, sea cual sea su situación en el territorio nacional", afirmó.

Actualmente, la expulsión de los delincuentes extranjeros está limitada por ciertas condiciones legales, entre ellas que la persona haya llegado a Francia antes de los trece años, recordó el ministro. Si bien sostuvo que el gobierno de Emmanuel Macron considera "a los extranjeros por lo que hacen, no por lo que son”, marcando una separación con la ultraderecha, también destacó que han aumentado fuertemente las expulsiones.

Darmanin señaló que han debido abandonar Francia 2.761 delincuentes extranjeros desde que él asumió el cargo, justo hace dos años, lo que supone un 60 por ciento más que en el mismo período precedente. "Un extranjero que no respeta la leyes de la República debe ser expulsado", recalcó, al tiempo que insistía en que el objetivo es apostar por la acogida y la integración.

Repatriaciones desde Siria

El Gobierno del centroderechista Emmanuel Macron, recientemente reelegido para un segundo período. tiene intención de integrar estas reformas, entre ellas la que permitiría expulsar sin las limitaciones de edad que impone hoy la legislación, en la futura ley de orientación y programación de la Secretaría de Gobernación (Lopmi), que se presentará a final del verano boreal.

Darmanin también destacó la repatriación de 35 menores y 16 madres que estaban en campos para prisioneros yihadistas en el noreste de Siria, que serán vigilados para evitar que sean un peligro para la seguridad nacional. Sus padres y maridos fueron combatientes yihadistas que partieron a Siria e Irak para luchar con el Estado Islámico y muchos murieron, aunque algunos están encarcelados en esos países.