Este sábado, el Gobierno francés tildó de "excesivas" e "infundadas" las acusaciones de racismo realizadas por un comité de la ONU, que denunció la presunta discriminación racial y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas seguridad, durante los recientes disturbios en el país europeo.
En detalle, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) emitió ayer viernes una declaración de urgencia, en la que se menciona que en la nación liderada por Emmanuel Macron hay un "uso excesivo de la fuerza por parte de los organismos encargados de hacer cumplir la ley".
En esa línea, el comité de expertos de la ONU pidió además a Francia "una legislación que defina y prohíba la categorización racial".
Frente a la declaración del organismo internacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, negó tajantemente las acusaciones.
"Cualquier medida de categorización racial por parte de las fuerzas del orden está prohibida en Francia", respondieron desde la cartera, asegurando que cualquier comportamiento discriminatorio "si queda demostrado, es objeto de una sanción administrativa o judicial".
Parte de las críticas realizadas por la ONU radican en la muerte de un joven de 17 años, el cual fue abatido por un policía francés durante un control de tráfico.
Tal hecho provocó varias noches de disturbios en todo el país, reviviendo el debate sobre la violencia policial.