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Los placebos son más efectivos si los suministran médicos hombres y blancos

Aunque creamos que no tenemos prejuicios, el cuerpo reacciona peor a los placebos si estos son suministrados por mujeres o por personas negras. Los prejuicios están anclados profundamente en el inconsciente.

24horas.cl

Deutsche Welle

Miércoles 29 de junio de 2022

El sistema de salud de Estados Unidos se encuentra en pleno cambio desde hace años. Poco a poco, el personal de salud se vuelve más diverso y femenino, y la tradicionalmente alta proporción de hombres blancos médicos va disminuyendo cada vez más.

Pero ¿se ha hecho consciente ese cambio en las personas? Eso quisieron averiguar investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH Zurich), en un estudio realizado en EE. UU.

La amarga verdad: un placebo es significativamente más efectivo cuando lo administra un hombre blanco. Al menos, eso se aplica a las 187 personas blancas de diferentes edades a las que supuestamente se les hizo un test para detectar alergias.

Los pensamientos afectan las reacciones físicas

En pocas palabras, el efecto placebo hace que alguien crea en las propiedades curativas de una medicina o método terapéutico, y esas expectativas positivas activan ciertas regiones del hipotálamo, el centro de control del cerebro que regula funciones corporales importantes, como las emociones y el pensamiento. El pensamiento positivo es suficiente para provocar reacciones físicas.

En el experimento, publicado en la revista PNAS, se provocó una reacción alérgica en la piel de los participantes. Luego les dieron una crema que se suponía que tenía un efecto calmante, pero, en realidad, era una loción completamente ineficaz. Los sujetos fueron tratados al azar por un médico asiático, negro o blanco.

Aunque los individuos no tengan prejuicios hacia los médicos, hombres y mujeres, afroamericanos, sus reacciones físicas hacen visibles los prejuicios inconscientes. Así pues, el efecto placebo es significativamente más débil si la persona que lo trata no corresponde al estereotipo del "hombre blanco".

El cuerpo revela sesgos inconscientes

Los sujetos de prueba reaccionaron de manera muy diferente al experimento estandarizado, dependiendo de quién provocara la reacción alérgica o aplicara el placebo: cuando una mujer médica aplicó el ungüento supuestamente curativo, la reacción alérgica se volvió más fuerte que cuando el tratamiento fue llevado a cabo por un hombre.

Los diferentes colores de piel también provocaron reacciones distintas: cuando un médico negro provocó la reacción alérgica, enrojeció un área significativamente más grande de la piel del participante que cuando un médico de aspecto asiático o blanco desencadenó la misma reacción alérgica. Y el ungüento supuestamente calmante, aplicado por un médico negro, tampoco ayudó.

Al menos para los participantes de la prueba exclusivamente blancos, las reacciones físicas inconscientes comprueban claramente los prejuicios, incluso si los participantes en el test no eran conscientes de eso en absoluto. Si la persona que los trataba no correspondía con el estereotipo esperado, los pacientes tenían reacciones más fuertes y estaban menos convencidos del beneficio del tratamiento.

Estereotipos predominantes

Según Howe, estas diferentes reacciones también son sorprendentes, porque los sujetos de prueba básicamente trataron de ser imparciales y sin prejuicios en la relación médico-paciente. Al evaluar las grabaciones de video de los tratamientos, 1.400 voluntarios percibieron, por otro lado, que las personas blancas parecían mostrar más interés y eran más educadas cuando un médico negro o una médica realizaban el tratamiento. Pero su cuerpo, sin embargo, reaccionó de manera distinta a su forma de actuar. 

El doctor Howe constató que "los resultados demuestran cuán profundamente anclados están los prejuicios”.