Ad portas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y el Mundial de fútbol, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tiene cada vez más razones para celebrar estar al mando del gigante latinoamericano.
Según reveló un sondeo, la mandataria alcanzó una aprobación histórica de su gestión. De acuerdo a una estudio realizado por la agencia CNI/Ibope, el 79% de los encuestados aprueba su administración
El porcentaje de brasileños que dice que confía en el liderazgo de Rousseff subió en 2 puntos porcentuales, hasta un 75%, mientras que un 63% considera que su gobierno es bueno o muy bueno, frente al 62% que tenía esa opinión en diciembre.
Una de las principales razones de su alta aprobación son las bajas cifras de desempleo y fuerte gasto en obras sociales.
Las alzas más significativas en la aprobación de la mandataria se produjeron en el noreste de Brasil, región azotada por la sequía y que solía ser bastión del Partido de los Trabajadores (PT) al que pertenece Rousseff.
Sin embargo, en la zona también se ha visto el rápido avance de un posible rival para la presidencia: el gobernador del estado de Pernambuco, Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño.
Los casos de corrupción que involucraron al PT, de los cuales la mandataria salió ilesa, también es una de las razones que han gatillado que los brasileños aprueben ampliamente su gestión.