Luego de la polémica que generó la incorporación del ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva al gabinete de Dilma Rousseff, la mandataria brasileña defendió su nombramiento.
"La llegada de Lula fortalece mi gobierno y hay personas que no quieren que mi gobierno se fortalezca (...) Estoy muy contenta con su llegada", dijo la jefa de Estado.
Desde el oficialismo indicaron que el arribo de Lula se debe a que Rousseff lo necesita para enfrentan la crisis de corrupción que afecta al Ejecutivo y el juicio político en su contra por maquillajes en cuentas fiscales y financiamiento irregular.
"El presidente Lula, en mi gobierno, tendrá las facultades necesarias para ayudarnos, para ayudar a Brasil", explicó al respecto.
En tanto, la oposición asegura que su llegada tiene relación directa con la investigación que pesa sobre el líder del Partido de los Trabajadores por sus presuntos vínculos con los sobornos en torno a Petrobras.
Esto porque su cargo de ministro le otorga fuero político a Lula en caso de ser procesado por la Corte Suprema de Justicia.
Ante estos cuestionamientos Rousseff aseguró que el ex presidente no está por encima de la investigación.
Foto: Reuters