En una polémica ironía, el ministro de Inmigración del Reino Unido, Mark Harper, fue obligado a renunciar a su cargo, luego que se hiciera público que contrató a una mujer indocumentada como empleada doméstica.
A través de una nota de prensa expuesta por la administración del primer ministro, David Cameron, Harper dio a conocer su dimisión luego que la Oficina Nacional de Aduanas le confirmara que la mujer no tenía los papeles para trabajar al día.
Según el ahora ex ministro, la empleada doméstica le mostró otros papeles para comenzar a trabajar para él en 2007. Esta versión fue respaldada por el Gobierno, que confirmó que no hay antecedentes respecto a si Harper tenía conocimiento de que había empleado a una indocumentada.
La polémica, además, se centró en el gasto público en el que incurrió el ex ministro, ya que, la trabajadora fue puesta bajo el presupuesto de su cartera.
"Aunque cumplí con la ley en todo momento, considero que, como secretario de Inmigración y encargado de impulsar en el Parlamento una legislación que endurecerá las leyes migratorias, debo exigirme un estándar más alto del que se requiere a los demás", explicó Harper en una carta enviada al primer ministro.
Mark Harper, además, es un reconocido promotor de la nueva ley de inmigración que endurece las fiscalizaciones contra los extranjeros y restringe sus derechos. Asimismo, busca penalizar a quienes contraten a personas sin sus papeles de inmigración al día.